(Resenya escrita per: Noelia Mellado Pozas). 

Poco a poco se va acerca el frío y el mal tiempo, lejos de ser este hecho algo negativo, todo el mundo sabemos que es el momento ideal para disfrutar de ese planning que no pasa de moda: sofá + serie y manta. Por consiguiente, hoy recomendamos una serie en la que el feminismo está muy presente: The Bold Type (traducida como “La letra negrita“). Pero ¡ojo! Esa serie tiene un personaje del que hablaremos más adelante y que es tan apasionante y real como la vida misma: Kat Edison. 

 

The Bold Type se estrenó en el año 2017, su mayor éxito lo alcanzó en el 2020 (cuando la grabación de sus temporadas se vieron afectadas repentinamente por el COVID lo que hizo que varias tramas cambiaran inesperadamente de rumbo) y se considera una de las mejores series del 2021 de las plataformas de streaming Netflix y Amazon Prime Video. Pero, curiosamente, es de esas series que merecen mención aparte no solamente por hacerse más famosas cuando ya están a punto de acabar sino por también, ser más actuales ahora mismo que incluso en el mismo momento de su propio estreno. Pero el éxito de The Bold Type no es casual y es que se inspira en la vida real de la editora jefe de la revista Cosmopolitan (Joanna Coles) quien terminó por convertirse incluso en coproductora de la serie junto con sus empleados/as/es quienes relataban sus experiencias para que fueran utilizadas en algunos de los episodios. No deja de ser algo anecdótico pero muy simbólico y relevante en el contexto de la revista ficticia Scarlet. Sin duda, si te gustó Sexo en Nueva York has de saber que The Bold Type es conocida como el relevo de aquella serie solo que con carácter mucho más actual, más reivindicativa y más temáticas enfocadas a la transformación social (por lo que es sumamente recomendable para un público adolescente y jóvenes adultos/as/es).  

 

Esta serie narra la vida de tres trabajadoras de la revista de moda de máximo prestigio Scarlet dirigida por la veterana y audaz Jacqueline Carlyle (Melora Hardin). La historia ambientada en Nueva York no es más que la vida de tres compañeras de trabajo que se convierten en amigas tan inseparables que se comportan entre ellas casi como si fueran una familia. Así pues, conoceremos los sueños, las ilusiones, las aspiraciones profesionales y personales de Jane Sloan (redactora de la revista impresa), Kat Edison (directora de redes sociales y de las campañas virtuales de la revista) y Sutton Brady (inicialmente ayudante de una de las ejecutivas de Scarlet pero termina trabajando en distintas secciones de la empresa siendo especialmente importante su papel en la sección de moda). Las tres son, sin duda, un gran ejemplo de feminismo y sororidad siendo destacable el papel de Kat Edison pues es la única protagonista perteneciente al colectivo. Ella inicialmente se identifica con una etiqueta que termina por cambiar tras ser sincera con ella misma. 

 

Pero… ¿Por qué recomendarla? Pues sin ir más lejos, ¿alguna vez has visto algún producto audiovisual en el que se hable por ejemplo de la congelación de óvulos y de en qué casos puede realizarse esa técnica o en el que se hable abiertamente sin tapujos de la congelación de esperma en parejas en las que hay una diferencia de edad significativa y una aún no quiere ser madre biológica pero el otro quiere ser padre? Pues estos asuntos tan naturales como controvertidos para muchos/as/es, pueden disfrutarse en esta serie en la que cada episodio está cargado tanto de denuncia social como de lección moral planteada a modo de reflexión colectiva. Pero no solamente aborda esas temáticas sino que también explora la xenofobia, las detenciones injustas e ilegales de Estados Unidos, el techo de cristal que dificulta a las mujeres acceder a cargos de poder en las empresas o mantenerlos una vez los alcanzan, las relaciones a distancia y el cómo ayudan a mantener la pasión las videollamadas, relaciones tóxicas pero también relaciones sanas entre personas que ya no mantienen una relación afectiva, la salud sexual, la doble mastectomía preventiva en casos en los que podría diagnosticarse cáncer en el tiempo, la rigidez de la industria de la moda que busca por un lado desafiar las normas rígidas de peso y de expresión de género mientras al mismo tiempo pretende conservar viejos patrones o incluso la dificultad para obtener la documentación para residir en un país determinado de acogida son algunas de las cuestiones más reseñables. Sí bien, existen también otras temáticas especialmente importantes para el colectivo como: bifobia interioriorizada, la búsqueda de espacios seguros dentro del colectivo, la LGTBIfobia tanto dentro como fuera del propio colectivo, las terapias de reconversión, la dificultad para autodescubrirse y asignarse una u otra etiqueta cuando otras personas tratan de imponerte otra, la reconciliación entre parejas separadas con hijos/as/es, etc. Tal vez el único punto peculiar en lo que respecta a las temáticas que trata, es el hecho de que no pretende explorar cada uno de estos asuntos de forma profunda sino sencillamente dar pinceladas informativas sobre ellos que provoquen una reflexión personal de la audiencia. Cabe destacar eso sí, la elegancia natural con la que los temas y las tramas se van presentando y desarrollando puesto que aunque todo es siempre mejorable, sí están muy bien unidas entre sí.  

 

Las interpretaciones de la serie son tan bien un gran punto fuerte. No son actuaciones de Óscars pero son lo suficientemente veraces como para poder entender el pensamiento de cada personaje acorde a la realidad que cada cual vive. En este sentido, destacan especialmente tres actrices: Melora Hardin (quien pone rostro a una veterana directora de la archiconocida revista de moda Scarlet quien debe ajustarse a los nuevos tiempos que presentan las redes sociales y jefa de las tres protagonistas de la serie), Nikohl Boosheri (interpreta a la fotógrafa lesbiana y musulmana Adena El-Amin con quien Kat mantiene una relación afectiva) y Aisha Dee (interpreta a la directora de redes sociales de la revista Scarlet Kat Edison quien se descubre inicialmente como lesbiana y progresivamente como mujer bisexual, feminista y negra).  

 

Cabe dejar claro que The Bold Type no es una serie específicamente LGTBI. No obstante, sí tiene personajes que representan distintas realidades que se pueden encontrar dentro del colectivo. Un ejemplo lo vemos en Kat Edison quien va descubriendo durante toda la serie que ella había vivido con unos privilegios sobre los que nunca había reflexionado antes. Esto es y sólo a modo enunciativo sobre de qué tipo de perfil de personaje femenino estamos describiendo, ella no había sufrido discriminación por ser negra y ocupar un cargo de poder dentro de un medio tan opresor como pueda ser una revista de moda con cánones estáticos e irrompibles. Sin embargo, en un momento de su vida, descubre la facilidad con la que se puede vivir discriminación por ser negra y se empodera. Ella descubre testimonios de mujeres del colectivo (o no) pero con cuerpos no normativos y consigue que se las visibilice en la industria de la moda. Descubre que es bisexual y vive bifobia por parte de una persona que ama y descubre que cuando no existen los espacios seguros donde ser una misma en libertad, entonces sencillamente hay que conquistarlos.Ella misma descubre en un episodio muy bello que se le niega correr una maratón a una mujer trans que trabaja como repartidora de comida de la revista solamente por ser trans y Kat le consigue una oportunidad única en la vida en la que poder vivir en libertad. Kat se convierte en una activista pro derechos LGTBI incluso cuando Adena le pide ayuda para rendir homenaje a un activista gay amigo de ella que había estado sometido a terapias de reconversión (también como ella) pero que, al contrario que Adena, había terminado por suicidarse. Así pues, Kat es una protagonista compleja, controvertida, reivindicativa, feminista, negra, empoderada, impulsiva (por momentos) que no duda en actuar ante las injusticias. Es especialmente emotivo un momento de un episodio de la temporada 4 en la que Kat se reúne con Jane y Sutton en un armario de la revista para decirles que ella es bisexual. Un momento emotivo y casi lacrimógeno por el humor que usan las tres y por la escena final en la que las amigas le recuerdan que por encima de todo, ella quieren y querrán siempre a Kat más allá de la etiqueta que ella misma decida utilizar con ella misma. En todo momento las amigas le recuerdan que si Kat se define como bisexual, la van a respaldar siempre. Esta escena corta pero intensa, termina con las tres amigas abrazadas recordando incluso al triángulo simbólico asociado al movimiento feminista con el que las tres se sienten identificadas. En definitiva y aunque podríamos seguir con este listado, Kat es una de las protagonistas más empoderadas de las series de televisión de los últimos tiempos.  

 

Tristemente y pese a que el personaje de Kat está tan bien desarrollado, tanto incluso como el personaje de la fotógrafa feminista y lesbiana Adena quien también es activista por los derechos humanos y LGTBI, los personajes de peso relevante también del colectivo pero gays parecen caer en estereotipos. Dos ejemplos de ello se observan en los personajes de Oliver Grayson (interpretado por Stephen Conrad) y el ayudante de dirección de Jacqueline. 

 

 

Oliver es el jefe por excelencia del departamento de moda de la revista, es un hombre negro empoderado, elegante y un gran consejero. Sin embargo y pese a sus grandes virtudes así como reflejar con mucha naturalidad el hecho de ser padre en una familia no normativa que se está reconstruyendo, no deja de ser un personaje estereotipado. ¿En qué lo vemos? Es otro más de los personajes de la serie que coincide que es gay y tienen “pluma.” Esto hace que para el público que vea la serie se pueda caer en el error de creer falsamente que todo hombre gay (porque ¡ojo! no aparecen hombres bisexuales en la serie) debe tener pluma (cuando tener pluma o no tampoco implica ser necesariamente del colectivo). No es algo negativo tener pluma y es natural expresarnos como queramos y nos sintamos nosotros/as/es mismos/as/es. Pero es cuanto menos, excesivamente raro, que todos los personajes de la serie que sean gays tengan pluma porque eso ya es excesivamente raro también en la vida real. El mismo estereotipo de la pluma se cumple también en el caso del ayudante de dirección de Jacqueline quien además es transformista por las noches en un local del colectivo.  

 

Para concluir, es cierto que The Bold Type podría mejorar la representación especialmente de los hombres del colectivo que en ella aparecen e incluso podría explotar mucho más y mejor la sigla T (Trans). Sin embargo, es una gran serie a la que hay que reconocer el mérito de apostar por la diversidad afectiva y/o sexual y poner el punto de mira en la reflexión necesaria de todo aquello cuanto sucede a nuestro alrededor así como qué podemos hacer para mejorar la vida de todas aquellas personas que nos rodean. Es, por lo tanto, un alegato por luchar por la defensa de los derechos humanos y no quedarnos con los brazos cruzados ante cualquier ofensa al prójimo.