(Resenya escrita per: Noelia Mellado Pozas).

Recomendación de referente bisexual y de historia de vida: Brenda Howard (“La Madre del Orgullo”).

A las puertas del 23 de septiembre Día Internacional de la Visibilidad Bisexual, desde este pequeño espacio virtual no podíamos más que acercarnos a una mujer antibelicista y feminista que cambió el transcurso de la historia del movimiento LGTBI a nivel internacional y cuya historia ha tenido que ser recuperada de nuestro olvido colectivo. Hoy dedicamos esta reseña a modo de homenaje a la gran Brenda Howard. Pero… ¿Qué hizo ella para ser tan recordada especialmente por la comunidad bisexual? Acerquémonos a su figura.

Brenda Howard nació en el Bronx de Nueva York (en un momento especialmente complicado en este barrio considerado como marginal) el 24 de diciembre de 1946. Desde muy joven ya manifestó su interés por mostrarse al mundo sin tapujos, con la libertad de ser ella misma sin miedo a nada. Ella fue durante toda su vida una constante defensora de los derechos humanos y fruto de esta creencia/pasión, inició los estudios de enfermería. El hecho de que Brenda quisiera tener una formación académica sanitaria tampoco era algo casual pues ella era seropositiva en un momento en el que tampoco se hablaba de ello. Sin embargo, terminaría por abandonar sus estudios debido a sentir que su lugar estaba en las calles reivindicando derechos sociales y estar totalmente en desacuerdo con los tabús vinculados con hablar sobre la salud sexual de las mujeres de los que ni se hablaba, ni apenas se estudiaba en su rama sanitaria. En definitiva y como puede verse, Brenda era la rebelión personificada, la voz de aquellas personas sin voz sin importarle las consecuencias que ello podría acarrearle y dedicando más de 30 años de su vida a la defensa especialmente de las personas del colectivo LGTB. De hecho, ella se definía a sí misma como:

 

“Bisexual, poliamorosa, promiscua, madre y gorda (ya usaba este adjetivo incluso antes de que hoy en día se estudie el fenómeno de la gorodfobia) y switch (término vinculado al mundo del BDSM del cual era practicante).”

Pero… ¿Qué caracterizaba a Brenda como activista? Brenda fue reiteradamente detenida por diversas causas tales como: arresto en Chicago (1988) por manifestarse en favor de la atención médica nacional así como el respeto al trato digno de las mujeres, personas racializadas, negras y personas convivientes con VIH y SIDA, arresto en Georgia (1991) por protestar ardua e insistentemente contra el despido de una mujer trabajadora de la oficina del fiscal general del estado por ser lesbiana (cabe mencionar que este despido estaba “justificado” mediante la Ley de Sodomía de Georgia), tuvo diversos arrestos también e innumerables por protestar por causas feministas y antibelicistas… Muchos arrestos y nada de miedo eran aspectos que caracterizaban a Brenda aunque su leyenda como activista por los derechos del colectivo LGTBI se inicia especialmente en el año 1969.

 

En 1969 se produjo una gran rebelión en el bar Stonnewall Inn. ¿Qué pasó en ese bar? En el interior de ese local en el que se refugiaban las personas del coletivo LGTB (como si se tratara de un “oasis seguro” en una sociedad hóstil), se produjo una gran redada en la que todas las personas del bar decidieron enfrentarse a la policía opresora (puesto que la autoridad tenía la potestad completa de detener, encarcelar e incluso hacer que se publicaran fotos de las personas que fueran del colectivo). En Stonnewall se realizaron distintas detenciones de personas del colectivo LGTB (entre las personas detenidas hubo amistades de Brenda Howard cuyos derechos se vieron violados injustamente). La coincidencia quiso que, justo por ese entonces, Brenda ya formara parte de la Gay Activists Alliance (GAA) asociación que pretendía buscar la forma de visibilizar y reivindicar los derechos del colectivo LGTB por lo que ella logró convencer a varias personas del colectivo y de la organización para reivindicar lo sucedido. Brenda fue la ideóloga principal y responsable de organizar (tal y como hoy lo entenderíamos), la primera manifestación reivindicativa para visibilizar y reivindicar los derechos del colectivo: 28 de junio de 1969. A partir de ese momento, Brenda fue apodada cariñosamente como “la Madre del Orgullo”.

 

¿Pero por qué usar el término “Orgullo”? Brenda creía que era necesario organizar un conjunto de eventos en un mismo mes para conmemorar los disturbios de Stonnewall Inn (y que iniciaron el movimiento LGTB moderno). Ese conjunto de actos no tenía sentido según Brenda, sin concluir con evento “mayor” y que fue la primera manifestación del “Orgullo” cuyo discurso fue leído por Brenda Howard. Se dice que Brenda consiguió promover y popularizar el concepto “Orgullo” gracias al activista gay L. Craig Schoonmaker y el controvertido activista bisexual Robert A.Martin (conocido como “Donny The Punk”). Con el tiempo, Tom Limoncelli (también activista bi) llegó a afirmar que el “Orgullo” implicaba libertad, felicidad, identidad individual y conjunta y, por eso:

 

“La próxima vez que alguien te pregunte por qué existen las marchas del Orgullo o por qué existe el mes del Orgullo, diles que una mujer llamada Brenda Howard pensó que debería ser así.”

 

Dicho esto, es importante mencionar que ella siempre fue gran defensora de unir a todas las personas de siglas diferentes del colectivo por lograr unos derechos comunes entre todos/as/es. Pero, eso sí, también abogaba por estudiar las diferencias entre siglas para entender las necesidades de cada una de ellas. En este sentido, llegó a formar parte de organizaciones: fue la colaboradora principal para formar a las primeras generaciones de activistas de la New York Area Bisexual Network (NYABN, 1987), fue integrante de The Bisexual Political Committee (BiPac, 1989) con el fin de combatir la bifobia presente, logró la fusión de la BiPac formando la Coalition for Unity and Inclusion (2005) cuyas metas eran ofrecer formaciones para destruir los estereotipos asociados a la bisexualidad así como empoderar a las personas que eran bisexuales.

 

Desgraciadamente, Brenda Howard falleció víctima de cáncer de colón (28 de junio del 2005 y durante la celebración del 36 aniversario internacional del Orgullo de ese mismo año). Pero en 1995 (justo cuando le diagnosticaron la enfermedad que terminaría por matarla), se vió envuelta por voluntad propia en una gran polémica (mientras la gente ignoraba su situación personal por petición de ella misma). Con la salud muy deteriorada, se prometió a sí misma no fallecer sin cumplir su último deseo a toda costa: incluir la sigla “B” (así como incorporar en su interior al resto de orientaciones no monosexuales que no se estaban visibilizando) en la marcha del Orgullo de 1993. Es bien sabido que Brenda tuvo que discutir casi a diario con las personas que organizaban aquella manifestación porque desde 1969, las manifestaciones del Orgullo estaban empezando a focalizarse progresivamente en lesbianas y gays lo que suponía ignorar el resto de realidades (siglas “T” y “B”). Discutir por incorporar una o varias siglas en una manifestación del Orgullo iba totalmente en contra de la mentalidad de Brenda pues para ella, sencillamente tenían que visibilizarse a todas las personas del colectivo sin superponer o dar prioridad a unas frente a otras. Pero ella tampoco iba a permitir que se

privara a la sigla por la que tanto había luchado, del espacio seguro que merecía la B dentro del movimiento LGTB por el que ella siempre dedicó sus reivindicaciones. ¿Veredicto? Por primera vez, el Orgullo de 1993 de Washington incorporó la “B” mediante el lema: “March of Washington for Lesbians, Gays and BI Equal Rights and Liberation.”

El legado de Brenda fue reconocido mediante la creación de los Premios Brenda Howard encargados de reconocer a aquellas personas y/o asociaciones capaces de ejemplificar la visión, la lucha, los principios y el deber por servir a la comunidad ejemplificadas mediante la figura de Brenda Howard (quien se convirtió en un rol positivo y visible especialmente para la comunidad bisexual internacional). La institución que otorgaba estos galardones es la Parents, Families and Friends of Lesbians and Gays (PELAG) que contaba en sus filas con familiares y amistades de personas LGTB. Como curiosidad, le ganadore del Premio Brenda Howards en el año 2011 fue le activiste no binarie y bisexual Robyn Ochs (activiste que mantiene el contacto con el Grupo de Políticas Bisexuales de FELGTB – Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales y grupo que tengo el placer de ser yo misma la coordinadora del mismo).

No puede concluirse esta reseña que invita, no solamente a indagar más sobre la figura protagonista a la que queremos homenajear en este 23 de septiembre Día Internacional de la Visibilidad Bisexual sino también a la reflexión sobre el borrado bisexual y la contribución de las personas activistas, sin mencionar que en el año 2015 (coincidiendo con el 10º aniversario de la muerta de Brenda Howard) su figura fue recuperada gracias a su compañero sentimental: Larry Nelson. Larry homenajeó a Brenda así como todos y cada uno de sus logros mediante un vídeo breve enmarcado en el 23 de septiembre al que acompañó en redes sociales con el hashtag #StillBisexual (siendo su traducción “todavía Bisexual”). Respecto al por qué de ese hashtag por el que Nelson fue preguntado, él respondió en distintos medios de comunicación que:

 

“Sé que si ella estuviera viva, estaría aquí con un cartel que diga ‘Todavía soy bisexual’, así que yo le mostraré uno. Ella nunca estuvo confundida acerca de su orientación sexual, quería que otros reconocieran que, ella y aquellos como ella, se conocían a sí mismos, y que su sexualidad era y debería ser vista como legítima.”

 

Larry, sin pretenderlo, impulsó nuevamente la recuperación y el estudio sobre Brenda Howard quien estuvo a punto de ser completamente olvidada de nuestra historia. Larry siempre ha dicho de ella:

 

“¿Necesitabas algún tipo de ayuda organizando alguna clase de protesta o algo vinculado con la justicia social? Sólo tenías que llamarla y ella simplemente te diría cuándo y dónde.